Juan y Sonia Poleo tienen 4 hijos, Antonio de 14, Ricardo
de 12, Verónica de 11 y Vanessa de 5. Juan es gerente
de un banco y Sonia es arquitecto paisajista y trabaja desde
su casa. Desde el inicio de su matrimonio Sonia indicó
que ella quería seguir trabajando en paisajismo y a
Juan le gustó la idea. Cuando empezaron a llegar los
niños Sonia redujo bastante sus compromisos de trabajo,
pero ahora que Vanessa está en el kinder ya se puede
permitir trabajar más. Desde el inicio Sonia y Juan
decidieron que el sueldo de Juan cubriría todos los
gastos de la familia y que las ganancias de Sonia eran para
los gastos personales de Sonia y los gastos extra de la familia.
En realidad el dinero que gana Sonia ella lo gasta más
que todo en la familia.
A medida que crecen sus hijos Sonia y Juan se dan cuenta
que las exigencias de los niños también van
en aumento. Antonio y Ricardo piden todas las innovaciones
electrónicas que aparecen en el mercado y Verónica
quiere estar a la par de sus amiguitas en cuanto a su atuendo
y sus clases de baile y gimnasia. Sonia y Juan se sienten
a menudo muy presionados por estas exigencias.
A veces, Sonia y Juan sienten como si la situación
se les va de la mano. Es un pedir constante y unas carotas
si se les niega lo pedido. “¿Pero es que se imaginan
que uno está hecho de plata?” se queja Juan,
“Según ellos, sus amigos todo lo tienen.”
Sonia sabe que si Juan pudiera él les comprara de todo
y que le cuesta decir que no. Sonia es más realista,
si no hay dinero, pués no hay dinero. Ella piensa que
los niños se tienen que dar cuenta de cual es la situación
real de la familia y le dice su esposo que a lo mejor valdría
la pena decirle a los niños cuales son las entradas
reales de la casa y como se gastan. A Juan no le cae muy bien
la idea. No le gusta estar informándole a sus hijos
acerca de cuanto gana. Le parece que va a defraudar a sus
hijos. “Pero es que tienen que darse cuenta que somos
una familia clase media y esta es su realidad.... Además
cuando tú y yo eramos niños no nos daban todo
lo que pedíamos y lo aceptábamos” dice
Sonia. “Déjame pensarlo bien” le contesta
Juan. Unos días después Juan accede al plan
de Sonia.
Un viernes después de la cena Juan y Sonia le dicen
a sus hijos que quieren hablar con todos ellos. “Niños
vamos a hablar de dinero.... de nuestro dinero.” Juan
les dijo cuanto él ganaba y como distribuían
ese dinero mensualmente. Sonia les mostró en que gastaba
ella su dinero y les enseñó como sus entradas
fluctuaban de mes en mes y que no eran estables como las de
Juan. Los niños grandes se quedaron muy pensativos
y callados. “Mami, yo quiero ir a jugar con mi muñeca!”
dijo Vanessa. “Bueno, ve mi cielo,” le dijo Sonia.
Dirigiéndose a Antonio, Ricardo y Verónica,
Sonia les dijo: “Antes de pedir algo, informénse
bien de cuanto cuesta lo que desean y puesto que ya conocen
nuestra situación financiera, ya se darán cuenta
si lo pueden pedir o no.”
Durante mucho tiempo los niños y Verónica no
pidieron nada. Luego, poco a poco, empezaron a pedir ciertas
cosas, pero siempre se mostraron muy comedidos y muy cuidadosos
de que no fuera un gasto exorbitante.
Nuestros hijos hoy en día están a la merced
de un comercio que los bombardea constantemente con juguetes,
ropa y juegos electrónicos sumamente atractivos. Nuestros
hijos reaccionan al bombardeo publicitario de la única
manera que conocen, pidiéndoles a sus padres. Además
de toda la estimulación que reciben a través
de la televisión también están influenciados
por los juegos o juguetes de sus amiguitos. Para los padres
con ciertas o muchas limitaciones adquisitorias el poder complacer
los deseos de sus hijos hoy en día es verdaderamente
problemático. Por esta razón es necesario aplicarles
una fuerte dosis de realidad, o sea, mostrarles cual es la
realidad económica de la familia.
A continuación encontrarán los pasos a seguir
para este ejercicio.
Ejercicio para Esclarecer la Situación Económica
de la Familia con Nuestros Hijos
En una familia conformada por padre y madre, el padre
y la madre tiene que estar ambos de acuerdo de querer tratar
este tema con los hijos. Esto es muy importante.
La familia se reune en un lugar cómodo y los padres
les anuncian a sus hijos que quieren hablar de dinero.
Para que la información sea más clara y
para que se pueda captar rápidamente esta se puede
presentar en dos gráficos. En un círculo aparece
lo que aporta mensualmente a la familia papá y mamá,
o papá solo, o mamá sola. En otro círculo
aparece lo que se gasta mensualmente y el remanente, si existe.
Después de presentar esta información se
conversa con los niños acerca de lo que se puede comprar
y lo que no se puede comprar.
Esta es una información que tendríamos
que darle a todo niño despues de los 7 años.
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