El manejo de la autoridad de
nuestras familias hispano-hablantes ha sido tradicionalmente autocrático.
El padre y la madre imponen las normas, ellos corrigen y castigan
o premian. Pero el padre es el que tiene la última palabra,
en él reside la responsabilidad económica y social
y moral de la familia.
Este es un modelo que ha funcionado durante siglos
y todavía funciona en muchas familias. ¿Cuáles
son las ventajas del estilo autocrático? El poder y la responsabilidad
están concentrados en el padre y la madre, no se comparten
con los hijos; es una manera rápida y económica de
manejar la familia, siempre y cuando los hijos sean obedientes o
sometidos. ¿Y cuales son sus desventajas?
Cuando todo depende de Papá y Mamá, los niños
tienen poca oportunidad para tener iniciativa y a participar. Los
niños no han aprendido como funcionar en grupo, a cooperar
o a contribuir con ideas nuevas. Solo saben obedecer y a responder
al miedo que sienten frente a las exigencias y a los castigos de
Papá y Mamá.
Pero hay familias donde este estilo autocrático
ha dejado de funcionar. Estas son familias donde el estilo autocrático
se ha resquebrajado y los padres no han encontrado todavía
la manera para que los niños asuman sus responsabilidades,
sean obedientes y cumplan con las normas de la familia. Estas son
familias donde nadie está contento y donde hay mucha tensión
o 'stress'. Son familias donde surgen constantemente pequeñas
crisis de autoridad y, a veces, a crisis más grandes. Los
padres no saben que hacer, porqué sienten que están
perdiendo el control sobre los niños y temen perderlo completamente.
Lo primero que les voy a decir es que las crisis son
buenas y son sanas, siempre y cuando tengamos la fortaleza de encararlas
y examinarlas. Las crisis son buenas porqué nos obligan a
darnos cuenta que la familia no está bien y son sanas porqué
nos obligan a actuar, a cambiar.
¿Qué
hacer? Ante todo, no
se descorazonen.
Recuerden que en una familia con un estilo autocrático
los niños aprenden a obedecer y/o a rebelarse, sin embargo
no hay lugar para la participación y cooperación.
Es un estilo que no promueve la verdadera fortaleza emocional y
espiritual, ni la responsabilidad, y el tipo de liderazgo que los
niños aprenden es un liderazgo opresor y no uno que invita
la iniciativa y la creatividad del grupo. Los niños que crecen
en un ambiente autocrático tienen dificultad para ajustarse
luego al mundo moderno.
Segundo, ¿cómo
cambiar cuando hay crisis de autoridad en la familia?
El cambio que les propongo es un cambio hacia un manejo
más democrático de la disciplina en el hogar.
No se asusten,
no estoy hablando de una ausencia de normas, ni siquiera una
disminución de normas. No. A lo que me refiero es que
en vez de que las normas vengan impuestas desde arriba, por
los padres, estas normas van a surgir de los diferentes miembros
de la familia, de los miembros que las tienen que cumplir.
Habrá que decirles a sus hijos que van a tener
una reunión muy especial para discutir cosas muy importantes.
Luego les dirán que Uds. quieren discutir las normas de su
familia entre todos y que cada uno (incluyendo a Mamá y Papá)
va a decir cuales son sus responsabilidades y las normas que tiene
que cumplir. Además, cada uno va a pensar y a decir cuales
van ser las consecuencias al no cumplir con una responsabilidad
o norma.
Habrá que explicarles también que en
una familia cada uno tiene su espacio y que a medida que uno va
creciendo cada uno también necesita de un tiempo para estar
solo, para leer, estudiar, pensar o jugar y que ésto tiene
que ser respetado por los otros.
En otras palabras, se van a discutir las responsabilidades
y las normas que tienen que cumplir todos
los miembros de la familia y las consecuencias al no cumplirlas,
se va a hablar del espacio y del tiempo de cada quien, desde
el padre hasta el más pequeño.
¿Se dan
cuenta de lo que les estoy proponiendo? ¿Entienden
que les estoy sugiriendo que compartan el poder y la autoridad
con sus hijos; que la familia ha tradicionalmente colocado
en los padres? ¿Y comprenden de que si las responsabilidades
y las normas de cada quien son discutidas y no impuestas,
los niños se van a sentir co-responsables, se van a
sentir muy importantes, se van a sentir tomados en cuenta
y van a estar listos para asumir sus responsabilidades?
A través de este sistema Uds., los padres,
están promoviendo la cooperación de sus hijos, su
auto responsabilidad, su iniciativa, la comprensión de las
necesidades de las normas, la comprensión de la necesidad
del respeto hacia el otro, respeto por su espacio y respeto por
su tiempo.
ADVERTENCIA.
Si deciden incursionar por esta vía, háganlo
muy seriamente, porqué sus hijos sí lo van a
tomar muy a pecho, y no hay que defraudarlos.
Pregúntense:
- ¿Están dispuestos
a compartir con sus hijos el poder que ejercen en su familia?
- ¿Tienen confianza en
la capacidad de sus hijos de contribuir con la familia y de aceptar
sus responsabilidades?
- ¿Creen que pueden lograr
un cambio en su familia?
- ¿Está Ud., Mamá,
comprometida con esta manera distinta de manejar su familia?
- ¿Está Ud., Papá,
comprometido con esta manera distinta de manejar su familia?
Si la contestación es negativa a algunas de
estas preguntas... Uds. no están listos todavía.
¿Cuales
son los beneficios para Uds., padres? Van
a dejar de ser papás policías. Van a sentir
como si un gran peso se les hubiera quitado de los hombros.
Habrá una gran inyección de energía en
la familia. Los niños se mostrarán interesados,
porqué tendrán una misión que cumplir,
su lugar en la familia está claro y estarán
ansiosos de cooperar..... ¿Les parece que todo ésto
suena imposible, idílico? ¡No lo es! ¡Uds.
no tienen idea de las reservas y las capacidades que tienen
sus hijos y como responden al sentirse tomados en cuenta!
ADVERTENCIA:
La Reunión Familiar no es una estrategia
o actividad únicamente para las familias con crisis
de autoridad. La Reunión
Familiar es para cualquier familia porqué
hace de la vida en familia algo más placentero, los
padres pueden abandonar un poco su rol de fiscales del orden
y utilizar esa energía en cosas más gratas.
No obstante, para las familias
con crisis de autoridad, que ya están
al borde, que ya no saben que hacer,
La Reunión Familiar es un regalo y un alivio
después de tanto luchar y después de tantas
tensiones.
¿Cuándo y cómo
empezar? Una vez que Uds., Papá y Mamá,
estén seguros de que quieren emprender este camino,
empiecen. Seleccionen un día de la semana y una hora
que van a apartar regularmente para La
Reunión Familiar. La Reunión Familiar
no solo tiene que formar parte de la rutina semanal
de su familia sino que poco a poco se va a convertir en una
actividad muy especial e importante.
Hay que escoger un lugar donde todos se puedan
sentar cómodamente, en círculo y al mismo nivel.
Durante la duración de La
Reunión Familiar no se van a permitir
interrupciones de llamadas de teléfono, beepers, etc.
Elijan un nuevo líder y un secretario para cada reunión,
y cada reunión tiene su agenda (en la primera reunión
el líder tendrá que ser el padre o la madre
y si los hijos no saben escribir, la función de secretario
y el mantenimiento de la agenda recae sobre la madre o el
padre.)
En la primera reunión van a explicar
el propósito de La
Reunión Familiar, traten de que el
tono no sea ni grave, ni amenazante o autoritario. Recuerden
que tienen que crear un ambiente donde el niño se sienta
con la libertad de poder expresarse. Recuerden que Uds., Papá
y Mamá, son unos miembros más del grupo, sujetos
a las mismas reglas. Es muy importante que La
Reunión Familiar no sea muy larga,
para que los niños no se fastidien, y que termine con
un tono muy positivo, donde cada quien le diga a los otros
miembros de la familia lo que le gusta de ellos o porqué
los quiere. En la primera reunión no van a poder
discutir todas las normas de la familia ni todas las responsabilidades
de cada quien, así que empiecen examinando algunas
nada más y dejen el resto para las siguientes reuniones.
¿Qué
edad tienen que tener los niños para participar?
Cuando el niño o niña más grande tenga
4 o 5 años es una buena edad para empezar. Los otros
más pequeños se van integrando paulatinamente.
La Reunión Familiar
es una muy buena actividad para introducirla y empezarla cuando
los niños están entre los 4 y los 12. Cuando
los hijos son adolescentes es más difícil convencerlos
de las bondades y de la necesidad de La
Reunión Familiar.
¿Cuales
son las ventajas de este método? Además
de aliviar las tensiones en la familia, están preparando
a sus hijos a funcionar en un mundo moderno.
La sociedad de hoy en día es mucho más flexible que
la de otras generaciones. Nos permite cumplir distintos roles, a
veces somos partes de un equipo y contribuimos a su funcionamiento,
crecimiento y producción, otras veces estamos al frente de
un grupo, guiándolo, animándolo, buscando una nueva
dirección o solución. Estos roles se pueden dar en
las diferentes facetas de nuestras vidas, se pueden dar en la escuela,
como se pueden dar en la universidad, en el trabajo, en los deportes,
hasta dentro de nuestro círculo de amigos.
¿Cómo
preparar y educar a nuestros hijos para que se inserten y
funcionen con éxito a la sociedad actual; cómo
enseñarlos a funcionar en grupo, a participar y a liderizar?
Pues en la familia. Aparte de alimentarlos, vestirlos,
protegerlos, quererlos mucho, enseñarles nuestros valores
y algunos modales, nuestra labor como padres es prepararlos
para el mundo moderno.
Y desde pequeños podemos preparar
a nuestros hijos a participar en grupo, a tener iniciativa,
a ser responsables, a cooperar, ser creativos y a ser líderes.
Esto se puede lograr a través de La
Reunión Familiar y si el padre y la
madre están dispuestos a compartir un poco de su autoridad
y su poder con sus hijos.
El compromiso y el apoyo del
jefe de familia para llevar a cabo la Reunión Familiar
es de primordial importancia para poder lograr el cambio.
En una familia que está constituida por un
padre, una madre e hijos, si el padre no cree que el cambio sea
posible, no vale la pena intentar hacer la reunión familiar.
La aprobación y el compromiso del padre son básicos
para lograr cambio y para el éxito de este nuevo estilo de
convivir en familia. Su visto bueno y su empeño son necesarios
para que su esposa y sus hijos sigan su ejemplo y se arriesguen
a probar esta nueva manera de estar en familia.
Si la familia está constituida por una madre
sola o un padre solo e hijos, el cambio esta garantizado porqué
la figura de autoridad es una sola, y madre o padre, solos, son
los que añoran el cambio y lo introducen.
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