Cuando un niño no se siente tomado
en cuenta, cuando no está muy seguro si sus padres
lo quieren o no, él va a tratar, a través de
distintas vías, de acaparar la atención de sus
padres y de recibir una respuesta por parte de ellos. Según
Rudolf Dreikurs, este niño desarrollará conductas
negativas basadas en metas equivocadas.
En esta página examinaremos lo que dice Dreikurs sobre
algunas de estas conductas basadas en metas equivocadas, y
tomaremos de él lo que nos sea útil. También
examinaremos como reaccionar frente a dichas conductas para
eliminarlas.
Conducta: Constante búsqueda de
atención.
Meta equivocada del niño: "Tienen que
fijarse en mí, solo valgo si me prestan atención."
Esta conducta aparece más que todo entre los 2 y
los 5 años. En esta situación el niño
piensa que él es importante para sus padres solo
cuando estos le prestan atención.
Para poder eliminar esta constante búsqueda de atención
hay que primeramente entenderla dentro del contexto de la
convivencia familiar. El niño que necesita y busca
constantemente atención de sus padres es un niño
que no ha aprendido todavía jugar o estar solo aunque
sea por cortos períodos de tiempo; es un niño
que necesita sentir la mirada y la atención de la
madre o del padre o de ambos puesta en él, y se angustia
si no tiene esta atención. El no se ha dado cuenta
todavía de que ya no es el centro de atención
como cuando era bebé y que, más bien, está
empezando a formar parte de un grupo: la familia.
La noción de pertenencia a un grupo es una noción
que un niño adquiere paulatinamente. Poco a poco
él va aprendiendo que cada uno tiene un ROL y un
LUGAR en la familia; que cada uno HACE algo y se ENCARGA
de algo, por ejemplo, Mamá y Papá cocinan,
Mamá recoge cosas en la casa, Papá recoge
cosas en el garaje, etc. El descubre también la noción
de respeto hacia los demás, primero el respeto por
las cosas de los demás ("esto es de Papi.",
"esto es del hermano mayor", etc.), y luego el
respeto por el tiempo de los demás ( "Papi está
leyendo el periódico.", "Mami está
revisando algo en el Internet."). Cuando el niño
empieza a jugar solo, o a guardar sus juguetes, sus padres
le dicen cosas como: "¡Que bien juegas solo!",
"¡Gracias por guardar tus juguetes!", y
refuerzan sus logros con elogios. Paulatinamente él
se va dando cuenta que las cosas que cada uno hace son importantes
y si se dejan de hacer, hay malestar en el grupo, algunos
se quejan, uno le grita al otro, etc..... Descubre también
que, además de los momentos en los cuales la gente
de su familia quiere estar sola, hay otros momentos en los
cuales se unen para compartir, jugar, disfrutar, opinar,
discutir, etc. Poco a poco el descubre como "funciona"
su grupo, su familia y, con la ayuda y refuerzo de sus padres,
aprende a participar, a cooperar y a respetar a los demás.
Pero si alguno de Uds. tienen uno de sus hijos que necesita
y busca su atención constantemente, y que aún
no ha aprendido a respetar las necesidades de los otros,
¿qué pueden hacer? Primero tómense
unos momentos a solas o juntos (padre y madre) para examinar
la situación. ¿Es una conducta que está
siendo dirigida hacia la madre, hacia el padre, o hacia
los dos alternativamente? ¿Qué piensan de
su hijo?, sinceramente. ¿Cómo le están
trasmitiendo que lo quieren, que están orgullosos
de él, que tienen confianza en él? ¿Quieren
en realidad corregir esta conducta?
¿Por qué es importante corregir o eliminar
esta conducta? Porqué hay que ayudar al niño
a desarrollar confianza en si mismo y al mismo tiempo enseñarle
a respetar y cooperar con las necesidades de los otros en
la familia. Si los padres no ayudan a eliminar esta conducta
y responden a las demandas del niño y siempre le
prestan atención - están irrespetando a su
hijo y a su necesidad de aprender como funcionar en grupo.
Si están dispuestos a corregir esta constante búsqueda
de atención les voy a sugerir el siguiente ejercicio.
Si Ud. piensa que Ud. normalmente le transmite a su hijo
amor y confianza en si mismo, haga lo siguiente - en el
momento en que Ud. se ocupa haciendo algo de su interés
(leer un libro o una revista, pasar un rato revisando el
Internet, estudiar, etc.) y su hijo exige su atención,
ármese de valor y dígale firmemente: "Ahora
yo tengo que.... y tu vas a jugar con....." Seguramente
llorará y protestará....déjelo, no
le preste atención por unos minutos.... y Ud. trate
de ocuparse haciendo lo que se propuso. No lo deje llorar
demasiado.... recuerde que esto es un ejercicio que tendrá
que repetir durante cierto período. En todos los
otros momentos que Ud. esté con su hijo, fíjese
si su hijo se entretiene solo (que seguramente lo hace estando
Ud. presente), ¡elógie la manera como se está
entreteniendo! Elógielo cada vez que lo vea haciendo
algo que demuestre cierta independencia, dígale lo
orgulloso/a que se siente Ud. cuando él hace tal
cosa. Cuando sienta que es el momento oportuno para probar
otra vez, hágalo. Y el resto del tiempo siga con
los elogios cada vez que Ud. se fija que se entretiene solo.
Eventualmente logrará que su hijo desarrolle la confianza
para funcionar más independientemente y respete y
coopere con la necesidad de sus padres de involucrarse en
alguna actividad que no lo incluya a él.
Conducta: Rechazo a las normas impuestas
por los padres.
Meta equivocada del niño: "Les voy a
demostrar que yo puedo más que ellos."
Esta conducta puede aparecer en el período de la
niñez después de los 4 años. En esta
situación el niño se opone a la disciplina
impuesta por sus padres, piensa que sus padres no lo toman
en cuenta, que no lo entienden, que son injustos y hasta
crueles con él; él se enfrenta a sus padres
y se pelea con ellos.
Eliminar esta conducta es relativamente fácil. Pero
tenemos que trabajar sobre nosotros mismos primero, específicamente,
sobre nuestro manejo de la autoridad.
En nuestra cultura latinoamericana tendemos a imponer la
disciplina. Nosotros, como padres, sentimos que tenemos
TODA la responsabilidad de la crianza de nuestros hijos,
y muy a menudo solemos criarlos mandando, imponiendo y esperamos
que ellos nos obedezcan. Si no nos obedecen, es muy probable
que los castiguemos. Dentro de esta perspectiva, la responsabilidad,
el conocimiento, la autoridad, las decisiones, el control,
en fin, todo, se centraliza en nosotros. Y, ellos, nuestros
hijos, lo que tienen que hacer es obedecernos.
Los voy a invitar a considerar otra manera de manejar la
autoridad en casa. Esta "otra manera" implica
compartir un poco el poder de la autoridad con su hijo,
buscar su cooperación, escuchar su punto de vista,
negociar con él una solución. Les sugiero
que se acerquen a su hijo o hija y díganle que LOS
DOS o LOS TRES tienen un problema que solucionar. Escojan
un momento en el cual todos tengan tiempo. Empiecen diciéndole
que lo quieren mucho, acompañado de un buen abrazo,
y presenten la situación que normalmente explota
en una pelea entre Uds. (como por ejemplo, no se acuesta
a la hora establecida, o no recoge su ropa, o ve más
televisión de lo establecido, etc...) Díganle
que quieren solucionar esto, explíquenle el porqué,
según Uds., de la hora adecuada para acostarse, o
del límite de horas para ver televisión, etc.
y pregúntenle que piensa él de la situación.
Al principio, es posible que se quede mudo, porqué
va a estar muy sorprendido que se le esté pidiendo
su opinión. Ayúdenlo, denle confianza, transmítanle
que lo que están haciendo va en serio, que lo quieren
escuchar y que su opinión vale. Luego, pregúntenle
cual sería la solución al problema según
él. Al final negocien la norma y encuentren una solución
satisfactoria para todos. Sugiero que también discutan
las consecuencias de no cumplir con la norma y escojan un
día para revisar como está funcionando la
norma. Y luego déjenlo asumir su responsabilidad.
Transmítanle la confianza que sienten en él.
Piensen que él sí va a lograr asumir su responsabilidad.
Una de las grandes recompensas de este método es
que le están enseñando a sus hijos a opinar
en grupo y a participar en una toma de decisión.
Otra gran recompensa es el haberse ganado la cooperación
de su hijo. El ahora es responsable del cumplimiento de
una norma aprobada por él y Uds. Ya Uds. no son los
únicos guardianes del orden, la responsabilidad es
compartida.
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