La Importancia de la Ubicación del Niño en su Familia.

© Roberta Maso-Fleischman, Ph.D.

Todo niño, desde muy pequeñito, va buscando y estableciendo su lugar en su familia. Todo esto ocurre a nivel inconsciente, claro está. Ocurre mientras el niño come, juega, lo asean, lo visten, o cuando lo "apapachan" o lo "apurruñan" (¡que bien suenan estas palabras!), o cuando lo regañan;... y también ocurre mientras interactúa con sus hermanitos, con sus padres y con los demás que viven en su casa....

Al mismo tiempo que el niño se va ubicando en su familia él también se va haciendo una idea de quien es él para los demás en su familia. En otras palabras, se va haciendo una idea de que significa él para los otros. Piensa que algunos lo quieren mucho y, a lo mejor, otros no lo quieren tanto. Asimismo se va imaginando las razones porqué lo quieren. Quizás porqué es obediente, o porqué es divertido. Y en base a todo esto él construye su identidad.

Ahora bien, la ubicación del niño en la familia y el sentido de quien es él a veces cambian durante la infancia. Esto puede ocurrir con el nacimiento de un hermanito o con otro evento importante en la familia.

Déjenme explicarles lo arriba expuesto por medio de un ejemplo.

La Familia Rodríguez
Conozcamos a la familia Rodríguez. Luisa (24) y Esteban Rodríguez (26) son profesionales, ambos contadores públicos y los dos trabajan. Nace Marianela, la primera de cuatro hijos. Es una niña con un alto nivel de energía, simpática y muy despierta. Es el centro de atención de sus padres. Para Marianela es fácil captar y entender los deseos de sus padres con respecto a ella; ellos sueñan con una niña independiente, estudiosa y atlética y Marianela empieza a mostrar algunos de estos rasgos en su pequeña persona.

Mientras no hay otros hermanos, Marianela se ubica en el puesto de "hija única", adorada por sus padres porqué ella es justo la niña que querían. Los Rodríguez se sienten muy orgullosos de su primera hija. Es una relación muy grata para los tres a través de la cual todos reciben mucho amor.

Cuando Marianela tiene 3 años nace Miguel. El hecho de que es varón llena de alegría a los Sres. Rodríguez. Marianela empieza a demostrar dotes maternales y se convierte en la gran ayuda de la Sra. Rodríguez; de esta manera se une más a su madre. La Sra. Rodríguez ha recortado un poco sus horas de trabajo y se siente muy contenta de tener el apoyo de Marianela. Durante sus primeros 2 añitos Miguel siempre fue un bebé muy pacífico y contento, con pocas exigencias. El nacimiento de Miguel coincide con ascensos en el trabajo para el Sr. Rodríguez y las demandas de su trabajo aumentan. El ya no tiene tanto tiempo para disfrutar del crecimiento de sus hijos. Miguel crece dependiendo mucho de Marianela. Ella se convierte en líder y él en seguidor. Después de cumplir 2 años, la Sra. Rodríguez se percata de que cuando Miguel da señas de cierta independencia o muestra su desacuerdo con Marianela, la niña se molesta mucho y trata de imponer su voluntad. Eventualmente el cede y se repliega. Esto le preocupa un poco a la Sra. Rodríguez pero ella sale embarazada y es un embarazo difícil. Así que entre el embarazo, su trabajo de medio tiempo que todav’a mantiene, y los quehaceres de la casa, la relación entre Marianela y Miguel queda archivada en su mente.

Veamos que ha pasado con Marianela durante este período y como se desarrolla Miguel. Marianela tiene que reubicarse un poco por la presencia de Miguel. Ya no es hija única, pero se ubica en el lugar de "hija preferida", y esto es relativamente fácil. Su padre la adora y el poco tiempo que pasa con sus niños prefiere pasarlo con Marianela que con Miguel a quien encuentra demasiado apacible. Y la Sra. Rodríguez aprecia aún más a Marianela porqué se ha vuelto útil y vela por su hermanito. Pero Marianela, además de velar a su hermanito, también está desarrollando cierta habilidad para controlarlo y someterlo.

Durante este período Miguel parece haberse ubicado en el lugar de "el niño que no molesta". Su padre está muy ocupado y cuando están juntos Miguel no logra entender si su padre lo quiere o no. Su madre, en cambio, sí lo quiere pero parece muy cansada. Y él se pregunta, "¿Será que yo la canso? Mejor me quedo tranquilo y no la molesto demasiado y así me querrá más." Su hermana Marianela lo cuida mucho y lo quiere, siempre y cuando él haga lo que ella quiere. El siente que no puede oponerse a Marianela, ella es más fuerte y más ágil que él...además él siente que perdería su cariño.

Nace Isabel, la tercera. Ella es una niña inquieta, que llora mucho y requiere mucha atención. La Sra. Rodr’guez deja de trabajar para dedicarse más de lleno al cuidado de Isabel. Marianela, ya con 6 años, entra al primer grado y es muy buena alumna, atenta y responsable. Miguel entra al Maternal y luego al Jardín de Infancia. Es un niño que tiende a pasar desapercibido. Ahora Marianela pasa menos tiempo con Miguel pero cuando están juntos su interacción con él sigue igual: ella líder y el seguidor. El Sr. Rodríguez, como siempre, ve a sus hijos más que todo los fines de semana. Marianela le brinda enorme satisfacción y él la adora. Pero cuando se fija en Miguel siente cierta desilusión y cierta frustración. "¿A quién se parecerá este niño? ¿Es que es poco inteligente y por eso es tan apacible?" se pregunta el Sr. Rodríguez. Pero entre la preocupación de su trabajo, algunos compromisos sociales con sus amigos, la nueva casa que están a punto de comprar, la salud de Isabel y su esposa, muy pronto deja de pensar en Miguel y más bien trata de pensar en Marianela que le produce tanta alegría.

Marianela mantiene su lugar de "hija preferida". En su casa ella se siente segura y querida. Su atención y su energía empiezan a volcarse poco a poco hacia la escuela. Se adapta fácilmente al ambiente escolar y empieza a resaltar. Sus padres se enorgullecen de ella.

Miguel, en cambio, no se siente muy seguro. Su mamá está muy ocupada con Isabel, "¿Será que quiere a Isabel mucho más que a mí?" se pregunta. Marianela está muy contenta con su escuela y juega menos con él, aunque él trata de complacerla en todo. Según Miguel ella ya no lo quiere tanto como antes. Su padre pasa menos tiempo en casa, y a estas alturas Miguel llega a la conclusión que su padre no lo quiere. No le gusta mucho el Jardín de Infancia, pero hay un niño más grande que el resto que se parece un poco a Marianela y con quien se siente bien. El sigue en su lugar de "niño que no molesta", un poco más solitario, y no se atreve o no sabe como salirse de ese lugar.

Pasan 3 años y Marianela ahora tiene 9 años, es muy buena estudiante y excelente atleta. Miguel tiene 6 años y entra a primer grado, es un niño que no parece tener ninguna destreza en particular, sigue apacible, en la clase habla poco y es un estudiante mediocre. A la hora del recreo él busca la compañía de los 2 niños más grandes de su clase. La salud de Isabel ha mejorado, pero su coordinación no es muy buena todavía y a menudo tropieza o se lleva algo por delante y la madre tiene que acudir a curarle sus heridas y a consolarla. Isabel sigue muy unida a su madre. La Sra. Rodríguez sale nuevamente embarazada y nace Esteban. Esteban es un niño alegre, risueño, juguetón, con un alto nivel de energía y se convierte en el bebé adorado de todos. A medida que crece Esteban el Sr. Rodríguez descubre en él el hijo varón que siempre ha deseado y esto lo llena de alegría. Se han mudado por tercera vez y esta vez la casa que han comprado es muy amplia y la Sra. Rodríguez se siente muy orgullosa de su nueva casa y su jardín.

Al poco tiempo de haber nacido Esteban, enviudece la madre de la Sra. Rodríguez y ella se muda a vivir con ellos. Mamábuela, como la llaman sus nietos, se adapta bien a su nueva realidad, disfruta de la compañía de Marianela, Isabel y Esteban, pero Miguel la preocupa y la llena de tristeza el verlo solo, silencioso y con poca emoción ante la vida.

Marianela sigue ocupando el lugar de "hija preferida" y fuera de su familia logra conquistar el lugar de "excelente atleta" y "excelente estudiante". Se siente segura del amor de sus padres y de su mérito como persona. Su mundo se sigue ampliando y éste incluye amistades nuevas y actividades fuera de la familia. El nacimiento de Esteban la llenó de alegría y ella, al igual que sus padres, sueña y espera de Esteban grandes cosas. Está demasiado ocupada como para jugar mucho con Miguel. Con respecto a Isabel, la ayuda y la cuida cuando su madre se lo pide, pero está muy contenta de tener su propia habitación y no tener que compartirla con su hermanita, como tienen que hacer algunas de sus amigas.

Con todo el alboroto a causa de Esteban, Miguel siente que lo quieren aún menos. Solo en su habitación empieza a imitar a personajes que ve en la televisión, se divierte con eso y a ratos olvida a su familia. En la escuela él se siente un poco mejor porqué Antonio y Juan, los niños más grandes de su clase, lo incluyen a veces en sus juegos, cuando está con ellos él imita a ciertos personajes y él les parece muy chistoso; al principio esto lo sorprende, pero le gusta y lo motiva a seguir imitando a otros personajes. Con la llegada de su abuela él siente un cambio en su casa. Mamábuela parece estar muy interesada en él, lo busca, quiere hablar con él y parece que lo quiere, pero no está muy seguro. Empieza a inquietarse porqué no está acostumbrado a que lo tomen mucho en cuenta.

Mamábuela se extraña un tanto de que su yerno y su hija no hayan actuado más enérgicamente en confrontar esa actitud tan desinteresada y poco bulliciosa de Miguel, es casi como si no quisiera que se fijaran en él, pero entiende que las presiones de la vida diaria y la crianza de cuatro hijos es mucho para una pareja. Se propone ayudar a Miguel que tiene ahora 7 años y esto la hace sentir que alguien la necesita y que es útil nuevamente. Piensa que llegó a vivir a esta casa en un momento muy oportuno.

Mamábuela descubre que cuando Miguel está solo en su habitación él imita a personajes y lo hace muy bien, se llena de emoción y parece otro niño. Se propone descubrir qué otras facilidades o dotes tiene Miguel y apoyarlo para que las desarrolle. Habla con su hija y con su yerno y les comunica sus "descubrimientos" respecto a Miguel. Ellos se llenan de curiosidad. La Sra. Rodríguez, en especial, se llena de alegría y siente un gran alivio porqué siente que su hijo va a encontrar una manera de expresarse. El Sr. Rodríguez tiene que hacer un esfuerzo para aceptar esta nueva faceta de Miguel, "¡Ahora tengo un hijo payaso!" piensa. Le gustaría más si se pudiera destacar como atleta, como buen estudiante, como Marianela. Pero tiene que admitir que Miguel imita muy bien y es muy divertido. Por su parte, Marianela, está sorprendida y a la vez muy contenta al ver que su hermano Miguel tiene esa facilidad para entretener y hacer que la gente pase un rato agradable, ella también quisiera ser así.

Visión general de los niños Rodríguez
A través de la familia Rodríguez hemos visto como los niños se ubican en una familia. Asimismo vimos como ciertas ubicaciones en la familia son positivas y promueven un crecimiento relativamente sano, mientras que otras ubicaciones pueden ser negativas. La familia Rodríguez, además, nos demostró como cuando un niño desarrolla una posición negativa en su familia y no puede reubicarse, es necesario que algún adulto (padre/madre/maestro/familiar/consejero) lo ayude a efectuar un cambio a una posición más sana. Veamos a continuación un resumen de la ubicación de cada uno de los niños Rodríguez y la consecuencia de estas ubicaciones.

Marianela, la "hija preferida", bien dotada física e intelectualmente, y con el amor de ambos padres, florece y progresa. Hay un corto período donde demuestra ser controladora y dominante con Miguel a quien percibía como posible competidor, pero esa conducta desaparece con su integración en la escuela y al ser exitosa en ese ámbito. Y cuando se descubre en la familia que Miguel tiene un don especial, ella se enorgullece de él. Se puede concluir que para Marianela le fue fácil ocupar el lugar de hija preferida y mantenerlo. Este puesto le brindó seguridad y valorización de si misma y le ayudó a conquistar el mundo exterior.

Miguel, el "hijo que no molesta", se escuda en su tendencia natural de ser tranquilo, apacible. Pero esta posición brinda pocas recompensas. Su padre no lo toma en cuenta. Su madre, que lo quiere mucho, le gusta que Miguel se vea aparentemente "contento", así puede dedicarse, sin muchos sentimientos de culpa, a su embarazo difícil y luego a cuidar a Isabel. Así, Miguel, el "hijo que no molesta", crece un tanto solitario, con poco amor, con poco ánimo de competencia, buscando la iniciativa ante la vida no en si mismo sino en otros un poco más grandes que él, su hermana primero y sus amiguitos luego. Afortunadamente, en sus ratos solitarios desarrolla una aptitud para imitar y entretener a otros. Y fortalecido por el interés y el apoyo de su abuela va a lograr un cambio y ocupar un lugar en la familia donde recibe la atención y el amor de su madre y su hermana mayor y logra despertar el interés de su padre. Esta dosis de atención y amor le permitirá aumentar su seguridad en si mismo y, de esta manera, explorar y desarrollar otras aptitudes que hasta el momento permanecían ocultas.

En cuanto a Isabel, su lugar parece ser el de "bebita". A través de sus continuos malestares cuando era bebé llegó a acaparar la atención de su mamá. Pero una vez que Isabel camina su madre, paulatinamente, trata de separarse un poco de ella, esto angustia a Isabel, que descubre que a través de sus pequeños accidentes recobra la atención total de su madre. Es posible que al ingresar al maternal, al Jardín de Infancia y luego a primaria, y al estar expuesta a otros estímulos esta conducta desaparezca. Pero si persistiera hace falta que alguien le brinde una ayudadita a Isabel para buscar otro significado para si y no el de "niña que obtiene la atención de los demás a través de percances." Esto sería una vida muy triste. Seguramente hay mucho potencial en Isabel que ella tiene que descubrir y aprender a utilizar.

Esteban, como Marianela anteriormente, va a ocupar el puesto de "hijo preferido" y con la gran dosis de amor de sus padres, su abuela y su hermana mayor va a ser fácil para Esteban desarrollar sus fortalezas intelectuales, físicas y emocionales.

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El niño adquiere el significado de quien es a través de su ubicación en su familia. A medida que crece la familia la ubicación del niño cambia. Su autoestima a menudo depende de su ubicación en la familia.

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