Todo niño, desde muy pequeñito, va buscando
y estableciendo su lugar en su familia. Todo esto ocurre a
nivel inconsciente, claro está. Ocurre mientras el
niño come, juega, lo asean, lo visten, o cuando lo
"apapachan" o lo "apurruñan" (¡que
bien suenan estas palabras!), o cuando lo regañan;...
y también ocurre mientras interactúa con sus
hermanitos, con sus padres y con los demás que viven
en su casa....
Al mismo tiempo que el niño se va ubicando en su familia
él también se va haciendo una idea de quien
es él para los demás en su familia. En otras
palabras, se va haciendo una idea de que significa él
para los otros. Piensa que algunos lo quieren mucho y, a lo
mejor, otros no lo quieren tanto. Asimismo se va imaginando
las razones porqué lo quieren. Quizás porqué
es obediente, o porqué es divertido. Y en base a todo
esto él construye su identidad.
Ahora bien, la ubicación del niño en la familia
y el sentido de quien es él a veces cambian durante
la infancia. Esto puede ocurrir con el nacimiento de un hermanito
o con otro evento importante en la familia.
Déjenme explicarles lo arriba expuesto por medio de
un ejemplo.
La Familia Rodríguez
Conozcamos a la familia Rodríguez. Luisa (24) y Esteban
Rodríguez (26) son profesionales, ambos contadores
públicos y los dos trabajan. Nace Marianela, la primera
de cuatro hijos. Es una niña con un alto nivel de energía,
simpática y muy despierta. Es el centro de atención
de sus padres. Para Marianela es fácil captar y entender
los deseos de sus padres con respecto a ella; ellos sueñan
con una niña independiente, estudiosa y atlética
y Marianela empieza a mostrar algunos de estos rasgos en su
pequeña persona.
Mientras no hay otros hermanos, Marianela
se ubica en el puesto de "hija única",
adorada por sus padres porqué ella es justo la niña
que querían. Los Rodríguez se sienten muy
orgullosos de su primera hija. Es una relación muy
grata para los tres a través de la cual todos reciben
mucho amor.
Cuando Marianela tiene 3 años nace Miguel. El hecho
de que es varón llena de alegría a los Sres.
Rodríguez. Marianela empieza a demostrar dotes maternales
y se convierte en la gran ayuda de la Sra. Rodríguez;
de esta manera se une más a su madre. La Sra. Rodríguez
ha recortado un poco sus horas de trabajo y se siente muy
contenta de tener el apoyo de Marianela. Durante sus primeros
2 añitos Miguel siempre fue un bebé muy pacífico
y contento, con pocas exigencias. El nacimiento de Miguel
coincide con ascensos en el trabajo para el Sr. Rodríguez
y las demandas de su trabajo aumentan. El ya no tiene tanto
tiempo para disfrutar del crecimiento de sus hijos. Miguel
crece dependiendo mucho de Marianela. Ella se convierte en
líder y él en seguidor. Después de cumplir
2 años, la Sra. Rodríguez se percata de que
cuando Miguel da señas de cierta independencia o muestra
su desacuerdo con Marianela, la niña se molesta mucho
y trata de imponer su voluntad. Eventualmente el cede y se
repliega. Esto le preocupa un poco a la Sra. Rodríguez
pero ella sale embarazada y es un embarazo difícil.
Así que entre el embarazo, su trabajo de medio tiempo
que todava mantiene, y los quehaceres de la casa, la
relación entre Marianela y Miguel queda archivada en
su mente.
Veamos que ha pasado con Marianela
durante este período y como se desarrolla Miguel.
Marianela tiene que reubicarse un poco por la presencia
de Miguel. Ya no es hija única, pero se ubica en
el lugar de "hija preferida", y esto es relativamente
fácil. Su padre la adora y el poco tiempo que pasa
con sus niños prefiere pasarlo con Marianela que
con Miguel a quien encuentra demasiado apacible. Y la Sra.
Rodríguez aprecia aún más a Marianela
porqué se ha vuelto útil y vela por su hermanito.
Pero Marianela, además de velar a su hermanito, también
está desarrollando cierta habilidad para controlarlo
y someterlo.
Durante este período Miguel parece haberse ubicado
en el lugar de "el niño que no molesta".
Su padre está muy ocupado y cuando están juntos
Miguel no logra entender si su padre lo quiere o no. Su
madre, en cambio, sí lo quiere pero parece muy cansada.
Y él se pregunta, "¿Será que yo
la canso? Mejor me quedo tranquilo y no la molesto demasiado
y así me querrá más." Su hermana
Marianela lo cuida mucho y lo quiere, siempre y cuando él
haga lo que ella quiere. El siente que no puede oponerse
a Marianela, ella es más fuerte y más ágil
que él...además él siente que perdería
su cariño.
Nace Isabel, la tercera. Ella es una niña inquieta,
que llora mucho y requiere mucha atención. La Sra.
Rodrguez deja de trabajar para dedicarse más
de lleno al cuidado de Isabel. Marianela, ya con 6 años,
entra al primer grado y es muy buena alumna, atenta y responsable.
Miguel entra al Maternal y luego al Jardín de Infancia.
Es un niño que tiende a pasar desapercibido. Ahora
Marianela pasa menos tiempo con Miguel pero cuando están
juntos su interacción con él sigue igual: ella
líder y el seguidor. El Sr. Rodríguez, como
siempre, ve a sus hijos más que todo los fines de semana.
Marianela le brinda enorme satisfacción y él
la adora. Pero cuando se fija en Miguel siente cierta desilusión
y cierta frustración. "¿A quién
se parecerá este niño? ¿Es que es poco
inteligente y por eso es tan apacible?" se pregunta el
Sr. Rodríguez. Pero entre la preocupación de
su trabajo, algunos compromisos sociales con sus amigos, la
nueva casa que están a punto de comprar, la salud de
Isabel y su esposa, muy pronto deja de pensar en Miguel y
más bien trata de pensar en Marianela que le produce
tanta alegría.
Marianela mantiene su lugar de "hija preferida".
En su casa ella se siente segura y querida. Su atención
y su energía empiezan a volcarse poco a poco hacia
la escuela. Se adapta fácilmente al ambiente escolar
y empieza a resaltar. Sus padres se enorgullecen de ella.
Miguel, en cambio, no
se siente muy seguro. Su mamá está muy ocupada
con Isabel, "¿Será que quiere a Isabel
mucho más que a mí?" se pregunta. Marianela
está muy contenta con su escuela y juega menos con
él, aunque él trata de complacerla en todo.
Según Miguel ella ya no lo quiere tanto como antes.
Su padre pasa menos tiempo en casa, y a estas alturas Miguel
llega a la conclusión que su padre no lo quiere.
No le gusta mucho el Jardín de Infancia, pero hay
un niño más grande que el resto que se parece
un poco a Marianela y con quien se siente bien. El sigue
en su lugar de "niño que no molesta", un
poco más solitario, y no se atreve o no sabe como
salirse de ese lugar.
Pasan 3 años y Marianela ahora tiene 9 años,
es muy buena estudiante y excelente atleta. Miguel tiene 6
años y entra a primer grado, es un niño que
no parece tener ninguna destreza en particular, sigue apacible,
en la clase habla poco y es un estudiante mediocre. A la hora
del recreo él busca la compañía de los
2 niños más grandes de su clase. La salud de
Isabel ha mejorado, pero su coordinación no es muy
buena todavía y a menudo tropieza o se lleva algo por
delante y la madre tiene que acudir a curarle sus heridas
y a consolarla. Isabel sigue muy unida a su madre. La Sra.
Rodríguez sale nuevamente embarazada y nace Esteban.
Esteban es un niño alegre, risueño, juguetón,
con un alto nivel de energía y se convierte en el bebé
adorado de todos. A medida que crece Esteban el Sr. Rodríguez
descubre en él el hijo varón que siempre ha
deseado y esto lo llena de alegría. Se han mudado por
tercera vez y esta vez la casa que han comprado es muy amplia
y la Sra. Rodríguez se siente muy orgullosa de su nueva
casa y su jardín.
Al poco tiempo de haber nacido Esteban, enviudece la madre
de la Sra. Rodríguez y ella se muda a vivir con ellos.
Mamábuela, como la llaman sus nietos, se adapta bien
a su nueva realidad, disfruta de la compañía
de Marianela, Isabel y Esteban, pero Miguel la preocupa y
la llena de tristeza el verlo solo, silencioso y con poca
emoción ante la vida.
Marianela sigue ocupando el lugar de "hija preferida"
y fuera de su familia logra conquistar el lugar de "excelente
atleta" y "excelente estudiante". Se siente
segura del amor de sus padres y de su mérito como
persona. Su mundo se sigue ampliando y éste incluye
amistades nuevas y actividades fuera de la familia. El nacimiento
de Esteban la llenó de alegría y ella, al
igual que sus padres, sueña y espera de Esteban grandes
cosas. Está demasiado ocupada como para jugar mucho
con Miguel. Con respecto a Isabel, la ayuda y la cuida cuando
su madre se lo pide, pero está muy contenta de tener
su propia habitación y no tener que compartirla con
su hermanita, como tienen que hacer algunas de sus amigas.
Con todo el alboroto a causa de Esteban, Miguel siente
que lo quieren aún menos. Solo en su habitación
empieza a imitar a personajes que ve en la televisión,
se divierte con eso y a ratos olvida a su familia. En la
escuela él se siente un poco mejor porqué
Antonio y Juan, los niños más grandes de su
clase, lo incluyen a veces en sus juegos, cuando está
con ellos él imita a ciertos personajes y él
les parece muy chistoso; al principio esto lo sorprende,
pero le gusta y lo motiva a seguir imitando a otros personajes.
Con la llegada de su abuela él siente un cambio en
su casa. Mamábuela parece estar muy interesada en
él, lo busca, quiere hablar con él y parece
que lo quiere, pero no está muy seguro. Empieza a
inquietarse porqué no está acostumbrado a
que lo tomen mucho en cuenta.
Mamábuela se extraña un tanto de que su yerno
y su hija no hayan actuado más enérgicamente
en confrontar esa actitud tan desinteresada y poco bulliciosa
de Miguel, es casi como si no quisiera que se fijaran en él,
pero entiende que las presiones de la vida diaria y la crianza
de cuatro hijos es mucho para una pareja. Se propone ayudar
a Miguel que tiene ahora 7 años y esto la hace sentir
que alguien la necesita y que es útil nuevamente. Piensa
que llegó a vivir a esta casa en un momento muy oportuno.
Mamábuela descubre que cuando Miguel está solo
en su habitación él imita a personajes y lo
hace muy bien, se llena de emoción y parece otro niño.
Se propone descubrir qué otras facilidades o dotes
tiene Miguel y apoyarlo para que las desarrolle. Habla con
su hija y con su yerno y les comunica sus "descubrimientos"
respecto a Miguel. Ellos se llenan de curiosidad. La Sra.
Rodríguez, en especial, se llena de alegría
y siente un gran alivio porqué siente que su hijo va
a encontrar una manera de expresarse. El Sr. Rodríguez
tiene que hacer un esfuerzo para aceptar esta nueva faceta
de Miguel, "¡Ahora tengo un hijo payaso!"
piensa. Le gustaría más si se pudiera destacar
como atleta, como buen estudiante, como Marianela. Pero tiene
que admitir que Miguel imita muy bien y es muy divertido.
Por su parte, Marianela, está sorprendida y a la vez
muy contenta al ver que su hermano Miguel tiene esa facilidad
para entretener y hacer que la gente pase un rato agradable,
ella también quisiera ser así.
Visión general de los niños Rodríguez
A través de la familia Rodríguez hemos visto
como los niños se ubican en una familia. Asimismo vimos
como ciertas ubicaciones en la familia son positivas y promueven
un crecimiento relativamente sano, mientras que otras ubicaciones
pueden ser negativas. La familia Rodríguez, además,
nos demostró como cuando un niño desarrolla
una posición negativa en su familia y no puede reubicarse,
es necesario que algún adulto (padre/madre/maestro/familiar/consejero)
lo ayude a efectuar un cambio a una posición más
sana. Veamos a continuación un resumen de la ubicación
de cada uno de los niños Rodríguez y la consecuencia
de estas ubicaciones.
Marianela, la "hija
preferida", bien dotada física e intelectualmente,
y con el amor de ambos padres, florece y progresa. Hay un
corto período donde demuestra ser controladora y
dominante con Miguel a quien percibía como posible
competidor, pero esa conducta desaparece con su integración
en la escuela y al ser exitosa en ese ámbito. Y cuando
se descubre en la familia que Miguel tiene un don especial,
ella se enorgullece de él. Se puede concluir que
para Marianela le fue fácil ocupar el lugar de hija
preferida y mantenerlo. Este puesto le brindó seguridad
y valorización de si misma y le ayudó a conquistar
el mundo exterior.
Miguel, el "hijo que no molesta", se escuda en
su tendencia natural de ser tranquilo, apacible. Pero esta
posición brinda pocas recompensas. Su padre no lo
toma en cuenta. Su madre, que lo quiere mucho, le gusta
que Miguel se vea aparentemente "contento", así
puede dedicarse, sin muchos sentimientos de culpa, a su
embarazo difícil y luego a cuidar a Isabel. Así,
Miguel, el "hijo que no molesta", crece un tanto
solitario, con poco amor, con poco ánimo de competencia,
buscando la iniciativa ante la vida no en si mismo sino
en otros un poco más grandes que él, su hermana
primero y sus amiguitos luego. Afortunadamente, en sus ratos
solitarios desarrolla una aptitud para imitar y entretener
a otros. Y fortalecido por el interés y el apoyo
de su abuela va a lograr un cambio y ocupar un lugar en
la familia donde recibe la atención y el amor de
su madre y su hermana mayor y logra despertar el interés
de su padre. Esta dosis de atención y amor le permitirá
aumentar su seguridad en si mismo y, de esta manera, explorar
y desarrollar otras aptitudes que hasta el momento permanecían
ocultas.
En cuanto a Isabel, su lugar parece ser el de "bebita".
A través de sus continuos malestares cuando era bebé
llegó a acaparar la atención de su mamá.
Pero una vez que Isabel camina su madre, paulatinamente,
trata de separarse un poco de ella, esto angustia a Isabel,
que descubre que a través de sus pequeños
accidentes recobra la atención total de su madre.
Es posible que al ingresar al maternal, al Jardín
de Infancia y luego a primaria, y al estar expuesta a otros
estímulos esta conducta desaparezca. Pero si persistiera
hace falta que alguien le brinde una ayudadita a Isabel
para buscar otro significado para si y no el de "niña
que obtiene la atención de los demás a través
de percances." Esto sería una vida muy triste.
Seguramente hay mucho potencial en Isabel que ella tiene
que descubrir y aprender a utilizar.
Esteban, como Marianela
anteriormente, va a ocupar el puesto de "hijo preferido"
y con la gran dosis de amor de sus padres, su abuela y su
hermana mayor va a ser fácil para Esteban desarrollar
sus fortalezas intelectuales, físicas y emocionales.
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