El secreto para lograr que los hijos se involucren
en y colaboren con la familia es transmitirles que su aporte
(el de los hijos) es necesario e importante para la familia;
hay que hacerles saber que Uds. realmente dependen
de su ayuda.
Ellos tienen que sentir que son importantes
para Uds.; no solamente por ser sus hijos, sino por lo que
HACEN para ayudar a la familia.
Para muchos de Uds., papás y mamás,
será necesario “repensar” o “reconsiderar”
lo que significan sus hijos.
Algunos padres estiman que lo único que
se puede esperar de los hijos es que sean buenos estudiantes,
que su única obligación es estudiar, y dicen
que ellos no les piden nada más a sus hijos, sino estudiar.
¡Pobres niños! ¡Qué enorme peso
tener que funcionar o sobresalir en una SOLA AREA! Y ¡Qué
vida tan aburrida y limitada! ¡Los niños son
mucho más que simples estudiantes! Son PERSONAS en
vías de desarrollo y los padres estamos para ayudar
a fomentar ese desarrollo. Entonces, aparte de ser “buenos”
estudiantes, lo que también es una condición
importante, los padres tenemos que preguntarnos: ¿Qué
otros aspectos deseamos que desarrollen esas futuras “personas”?
¿Queremos que estos niños aprendan
a contribuir, que sean sensibles a las necesidades del momento
y de los otros, que sepan organizar un equipo y que, cuando
sea necesario, puedan liderar un equipo? ¿Queremos
que, aparte de desarrollarse individualmente, también
sean seres sociales que aporten a su comunidad y grupo al
cual pertenecen? Entonces tenemos que darles la oportunidad
para aprender todo esto. Y no hay mejor manera para lograr
esto que dentro de la familia. A nuestros hijos, hay que tomarlos
en cuenta como VERDADEROS miembros de la familia; o sea, miembros
con sus responsabilidades y aportes. Hay que PERMITIRLES participar,
hay que INVOLUCRARLOS y FOMENTAR su aporte a la familia.
Por eso, les decía que es importante
“repensar” a los hijos y verlos bajo otra luz;
o sea, como MIEMBROS VALIOSOS E IMPORTANTES DE LA FAMILIA.
Sin embargo, esto será posible, únicamente,
si nosotros creemos que son, en realidad, miembros valiosos
e importantes.
Háganlo, y verán con qué
seriedad los niños van a aceptar y a comprometerse
a ser miembros activos de su familia y como van a aceptar
el reto de asumir responsabilidades y aportar soluciones e
ideas para una mejor convivencia familiar.
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