Las Metas Equivocadas del Niño y su Solución (II)

© Roberta Maso-Fleischman, Ph.D.

Según Rudolf Dreikurs el niño que no se siente querido en su familia va a intentar ubicarse o a construirse una identidad en el seno familiar en base a metas equivocadas. Según Dreikurs existen cuatro metas equivocadas. En el capitulo anterior revisamos dos de las metas y en este capítulo vamos a examinar las dos metas restantes. El conocimiento de estas metas nos pueden ayudar a comprender lo que le está ocurriendo a un niño en conflicto y nos pueden ayudar a encontrar una solución.

Conducta: Agresión y venganza

Meta equivocada del niño: "No me quieren, solo me castigan. Pues ya verán, me vengaré. Les voy a hacer daño."

Esta conducta surge de la intensificación de la lucha por el poder (Ver el capítulo 3). Cuando padre e hijo se encuentran progresivamente complicados en esa lucha y quieren, cada uno, doblegar al otro, fácilmente se puede pasar a la venganza. En esta etapa el niño busca hacerle daño a sus padres. Busca maneras de herirlos, como él se siente herido por ellos. Puede ser que agreda a sus hermanos menores, o que robe y/o destroze pertenencias favoritas de sus padres.

Esta es una situación muy difícil de manejar porqué los padres se sienten profundamente heridos por los actos del niño y la frustración y rabia que sienten al no poder controlar la situación hace que deseen responder castigándolo aún más fuertemente, o sea, causarle más daño al hijo. No obstante si los padres optan por el castigo ellos están reforzando el mensaje al hijo de que es MALO y esto va a causar más rebeldía en el hijo y aumentará su sentimiento de venganza.

¿Qué hacer?

Ante todo, no reaccionen agresivamente en contra del niño, tómense unos minutos para analizar la situación y para ROMPER EL CICLO DE VIOLENCIA.

Para que la violencia desaparezca de la conducta del niño, tiene que desaparecer antes de la conducta de los padres.

Recapitulando, los padres tienen que comenzar por darse cuenta de que están enfrascados en un ciclo de violencia con su hijo. Luego tienen que tomar la decisión que quieren salirse de esa situación y quieren ayudar a su hijo.

Para ayudar a su hijo tienen, ante todo, que revisarse y preguntarse si lo quieren y piensen en las cosas que les gusta de él. Si están todavía llenos de rabia, traten de aislar ese sentimiento y piensen en tiempos anteriores cuando no había tanta violencia y pienses en como era él antes y rasgos de su personalidad que les gustaba entonces.

Para que el cambio se pueda efectuar con éxito es muy importante que exista amor de Uds. hacia él.

El siguiente paso es convencerlo que Uds. sí lo quieren y que desean propiciar un cambio entre Uds. y él.

Podrían empezar por preguntarle: "¿Es que haces (tal cosa) porque estás lleno de rabia?" "¿Es que piensas que hemos sido injustos contigo y nos quieres castigar haciéndonos daño?" "¿Es que piensas que no te queremos?"

A través de estas preguntas Uds le están diciendo que saben que él está lleno de rabia hacia Uds; que él piensa que Uds. son injustos y que por eso se quiere vengar; y que él piensa que Uds. no lo quieren. O sea, que saben lo que le está pasando internamente.

Ojalá se sienta con la libertad de poder contestar y empezar un diálogo. Es posible que les tenga mucha desconfianza y no se sienta en condiciones de hablar. Si no contesta, no importa. Lo importante es que Uds. le comuniquen que lo comprenden y que saben lo que le está pasando.

Después, díganle que lo quieren, sin plantear condiciones. (Pero, por favor, ¡no le digan que lo castigan por qué lo quieren!)

Díganle entonces que todos, Uds. y él, necesitan cambiar. Procedan poco a poco. No aspiren a mucho al principio. Busquen un aspecto conflictivo que sea de fácil solución, de manera que puedan tener éxito cuando lo emprendan.

Otro aspecto importante es tratar de alentarlo lo más posible y transmitirle que lo está haciendo bien y que están orgullosos de él.

Conducta: Desaliento

Meta equivocada del niño: "No sirvo. Es mejor que no intente nada porqué todo me sale mal."

En esta etapa el niño está profundamente desalentado porqué está convencido que no lo quieren, que no están interesados en él, porque él no es capaz de hacer nada bien o, por lo menos, de hacer algo que merite la aprobación de sus padres.

Cuando un niño que tenía un buen nivel de energía se vuelve muy tranquilo, poco bullicioso y poco participativo y este niño no está enfermo físicamente; cuando el niño no responde a intentos o estímulos para ayudarlo a salir de donde está, esta es una indicación que el niño y sus padres necesitan ayuda profesional.

En este caso estos padres necesitan revisarse, con la ayuda de un profesional, y comprender que ha significado este niño para ellos hasta este momento. Los padres necesitan darse cuenta de que este es un niño que vale, que es importante. Lo importante es poder cambiar la dinámica familiar para que el niño pueda sentirse querido y útil en la familia y así aumentar su autoestima.

 

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Cuando un niño se porta mal él nos está diciendo que no se siente querido, que se siente fuera de lugar en su familia. El va a mostrar este malestar emocional a través de conductas negativas como vengarse, hacer daño o decide retraerse.

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